20. abr., 2016

I Encuentro E4E: un resumen...

 Deseamos agradecer a Mónica Rubio su colaboración en la divulgación del encuentro y en la introducción de la permacultura y el "rewilding" que expone en su artículo "O permacultura de urgencia o el Mar Menor no tiene remedio" redactado en base a la entrevista realizada a Carmen Pérez Pagán. Ver sección PROYECTOS donde encontrarán las páginas web de lxs principales colaboradorxs de la red E4E.

 El sábado 16 de abril marca el comienzo de una intensa labor de colaboración y cooperación entre profesionales y autodidactas de diferentes ámbitos y procedencias y que hemos confluido en el camino de la ecología para la economía. Huertos permanentes, asilvestramiento de especies comestibles, acumulación de suelos orgánicos potentes, control natural de plagas del sistema, , uso eficiente y racional del agua, sucesión ecológica, su aplicación al diseño de bosques comestibles, huertos urbanos, experiencias en marcha, la alternativa decrecentista de las comunidades locales autosuficientes y autogestionadas que en un futuro más a corto que a medio plazo no va a ser una alternativa sino necesidad imperiosa. La aplicación de las técnicas de permacultura en el diseño, restauración y gestión de ecosistemas productivos al deterioro ambiental del Mar Menor y la amenaza que pende sobre las tierras del campo de Montiel y sus habitantes: la minería de tierras raras. Todo esto conformó una mañana densa en contenidos y muy enriquecedora. Poco público pero de calidad y mucho interés. Fué un encuentro dinámico organizado entorno a unas exposiciones cortas y al diálogo con lxs ponentes y el público. Tuvimos que lamentar no disfrutar de las aportaciones de Francisco Turrión que, en el último momento nos avisó de que no podía asistir aunque contamos con su colaboración.

 Por la tarde el tour por la sierra oriental de Cartagena de España, una de las zonas más degradadas por la agricultura industrial, la antigua actividad minera y sus residuos y por la contaminación del complejo petrolero del valle de Escombreras, nos llevó tras unas espectaculares vistas a la cuenca del Mar Menor, rodeada de campos de monocultivos y plásticos, al paisaje post industrial de la bahía de Portman donde la oscura arena de la playa y al fondo las ruinas de antiguas minas y edificios de máquinas conforman un pintoresco cuadro con la vegetación (cañaverales y bosques de acacias) expandiéndose y sepultando los residuos mineros. Tras atravesar la sierra minera y sus siniestros taludes y valles con los restos de un pasado que no quisiéramos que se haga presente en ninguna parte de nuestro país atravesamos el complejo de la refinería donde, a pocos km, la población de Alumbres sufre los efectos nocivos de la contaminación. Al otro lado del valle industrial y separado solo por los montes la jornada terminó en la playa local de Cartagena donde la población vecina disfruta del baño haciendo caso omiso de la actividad industrial que se desarrolla al lado.

 Somos conscientes de que la era industrial no va a llegar a su fin de una forma ordenada. En otros lugares de nuestro país la población se une para oponerse a los planes destructores que las empresas mineras planean para extraer de la tierra sus últimos minerales. En otros la población se opone a vivir cerca de un cementerio nuclear. La agroindustria amenaza cada día más territorio: parques naturales, biodiversidad, poblaciones locales. Esto acaba de empezar. Estaremos allí donde se nos necesite y se nos requiera.

Nos veremos de nuevo en el campo de Montiel, en la sierra del Segura y en el norte peninsular. Más gente se unirá. Más comunidades se crearán y más proyectos empezarán a tomar la ecología como sólida base para asentar una nueva economía. ¡Sean bienvenidxs!