¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA BIODIVERSIDAD?


A lo largo de millones de años los ecosistemas naturales se fueron conformando en medio de una importante actividad geológica y la evolución de los seres vivos ha sido posible debido a las mutaciones y recombinaciones del material genético sometidas a su vez a la presión de agentes externos. Solo a raiz de los estudios de Darwin se empezaron a entender los mecanismos que operan en la base de la biodiversidad terrestre, mecanismos que han permitido la supervivencia de las especies a lo largo del tiempo, entre ellas la humana y que siguen operando. Ha habido épocas de extinciones masivas de especies en el pasado y todo parece indicar que actualmente nos encontramos en una de ellas. La pérdida masiva de especies se traduce de inmediato en pérdida de funciones, de estabilidad en términos de desregulación de los ecosistemas y pérdida de recursos: alimentarios, energéticos, de protección y en definitiva económicos como se puede leer más adelante en la sección de servicios ecosistémicos.
Los seres vivos en los ecosistemas regulan los flujos de materiales, energía e información: son ejemplos entre otros, la función protectora que ejerce una cubierta vegetal espesa y un sistema de raíces potente contra los corrimientos de tierra,los procesos de recuperación y conversión de desechos y nutrientes, degradación de toxinas, fijación y estabilización de compuestos peligrosos. Las diferentes especies desarrollan complejas interrelaciones que cumplen funciones muy concretas, por lo que la pérdida de diversidad conlleva disfunciones en el sistema con las consiguentes repercusiones… Está demostrado que a mayor diversidad más productividad y más resistencia a la tensión ambiental: cuantas más especies comprende un ecosistema más probabilidad hay de que sea estable.
La conservación de la biodiversidad, pues, resulta de vital importancia.
“Para conservar la biodiversidad, debemos primero identificar los enclaves críticos y luego protegerlos. Pero, ¿podemos comer y,a la vez, mantener la biodiversidad? Sí. ¿Acaso salvar especies requiere el retorno de la humanidad a un estilo …de vida preindustrial? No. Los costes asociados a la conservación de la biodiversidad son enormes; también los beneficios.”
Investigación y Ciencia. Noviembre 2005.
Artículo “Conservación de la biodiversidad”.

El Sureste Ibérico es un punto caliente de biodiversidad. Como muestra, en la foto podemos ver una estampa típica de nuestras ramblas donde en poco espacio se amontonan varias especies diferentes de plantas.
Rambla de la Fuente Vieja, Cartagena de España.

Atribución: Programa de Conservación Ex-Situ del Lince Ibérico
Dominio público

Pero la conservación no es la única estrategia para la biodiversidad, veamos todas:
Podemos distinguir cuatro tipos de proyectos medioambientales relacionados directamente con la preservación de la biodiversidad. Estos se corresponden con diferentes niveles de elaboración teórica e intervención práctica, y a grandes rasgos, también con las etapas históricas por las que han ido pasando los movimientos conservacionistas. Cada uno de ellos responde a problemáticas distintas y es de aplicación óptima en según que casos. Conviene por lo tanto considerarlos opciones complementarias.
RESERVAS ESPECÍFICAS
Partiendo de un catálogo de especies amenazadas, ordenadas por grado de peligro, y de mapas de distribución de las mismas, es posible establecer prioridades a la hora de dotar al territorio de estatutos de protección diferenciados. Estos han de aplicarse a zonas lo suficientemente grandes como para contener poblaciones viables de las especies en cuestión. Las restricciones de uso que en cada caso se establezcan han de ser coherentes con las características y el nicho de la especie o especies a preservar.
PUNTOS CALIENTES
Dado que, salvo excepciones, cualquier especie biológica podría verse amenazada en un futuro, conviene poner en marcha medidas preventivas que alejen a todas ellas de riesgos tanto potenciales como actuales. Desde esta perspectiva la atención ha de fijarse en las zonas que contengan más densidad de especies, ya que en estas es posible asegurar un número máximo de ellas, protegiendo con intensidad variable porciones de territorio de diferente amplitud.
SERVICIOS ECOSISTÉMICOS
Una de las mayores dificultades a las que han de enfrentarse los proyectos medioambientales es la oposición de poblaciones locales. Para revertir ésta se suele recurrir a compensaciones económicas a cuenta de las arcas públicas o de patrocinadores privados, lo que no siempre es viable en tiempos de crisis y de potencia decreciente. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los ecosistemas pueden pagar su propia protección aportando a dichas poblaciones diversos productos y servicios.
RECONSTRUCCIÓN BIOLÓGICA
El progresivo e inevitable encarecimiento de la energía, y la consiguiente caída generalizada de potencia, aconsejan desarrollar sistemas productivos cada vez más eficientes e independientes. Los ecosistemas producen y almacenan de forma autónoma y automática alimentos vegetales y animales, materiales diversos y combustibles. La reconstrucción de la vegetación, el suelo orgánico y la fauna en lugares degradados resultarán fundamentales para el desarrollo óptimo de economías postindustriales.
REDES DE ESPECIES
Cuanto más sepamos acerca de la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas, más precisas y eficaces podrán ser las actuaciones encaminadas tanto a preservar la biodiversidad, como a organizar de forma sostenible su uso y despliegue. A partir de las relaciones antagónicas y de colaboración que establecen entre sí las especies biológicas, se configuran complejas redes ecosistémicas. Estas pueden ser gestionadas mediante intervenciones eficaces y baratas de efectos previsibles.

Al restaurar los ecosistemas la biodiversidad va en incremento. Las especies van rellenando los nichos y establecen complejas redes de relaciones entre ellas. En la foto, una morera sirve de reclamo para que acuda la oropéndola.
Fuente Vieja
Ecology4Economy

¿QUÉ ES UN PUNTO CALIENTE DE BIODIVERSIDAD?

Un punto caliente de biodiversidad o “hotspot” (anglicismo utilizado con frecuencia en idioma español) es un área del territorio donde hay una especial concentración de biodiversidad amenazada. El término fue acuñado por Norman Myers en el año 1988 y puesto en relevancia o reintroducido en el año 2000. Desde entonces las citas a los artículos de Myers y sus colaboradores así como la aparición del mismo término hotspot en artículos científicos se ha multiplicado exponencialmente. En el artículo original de Myers, éste identificaba diez hotspots asociados a bosques tropicales y los definía como zonas de elevada biodiversidad caracterizadas por niveles excepcionales de endemismos y perdidas importantes del área del hábitat en cuestión. La organización conservacionista Conservation International comúnmente abreviado como CI, tomó el concepto de hotspot como línea de trabajo institucional en 1989. En 1996 realizó un replanteamiento del término y estableció características cuantitativas en su definición para ayudar a identificar los hotspots.
Para determinar una región como hotspot esta debe cumplir dos criterios estrictos: primero, debe contener al menos 1.500 especies endémicas de plantas vasculares (lo que supone menos de un 0,5 % del total de plantas vasculares identificadas en la Tierra); segundo, debe haber sufrido una perdida de superficie de hábitat de al menos un 70% de su superficie original. CI hace una revisión periódica de estos hotspots. En la última que data del año 2004 señala 34 hotspots que son los siguientes:
Mapa de hotspots de biodiversidad
1.    Provincia florística californiana,
2.    – Polinesia-Micronesia,
3.    – Madrean Pine-Oak Woodlands,
4.    – Mesoamérica,
5.    – Islas del Caribe,
6.    – Tumbes-Chocó-Magdalena,
7.    – Andes tropicales,
8.    – Chilean Winter Rainfall and Valdivian Forests,
9.    – Cerrado,
10.    – Bosque atlántico,
11.    – Succulent Karoo,
12.    – Región florística del Cabo,
13.    – Maputaland-Pondoland-Albany,
14.    – Madagascar y las islas indias oceánicas,
15.    – Bosques costeros del es de África,
16.    – Este Afromontano,
17.    – Cuerno de África,
18.    – Guinean Forests of West Africa,
19.    – Cuenca mediterránea,
20.    – Iran-Anatolia,
21.    – Caucaso,
22.    – Mountañas de Asia central,
23.    – Himalaya,
24.    – Western Ghats y Sri Lanka,
25.    – Mountañas del sudeste de China,
26.    – Indo-Burma,
27.    – Sondalandia,
28.    – Filipinas,
29.    – Wallacea
30.    – Sureste australiano,
31.    – Japón,
32.    – Islas de Melanesia este,
33.    – Nueva Caledonia,
34.    – Nueva Zelanda.

En estos puntos viven un total de 150.000 especies de plantas (el 50% del total mundial) y 22.022 vertebrados terrestres (el 77%).
La utilización del término hotspot se ha extendido paulatinamente en los últimos años entre la comunidad científica y la sociedad. Con ello también se ha producido un fenómeno de extensión del concepto a todas las escalas a las que se práctica la conservación, geográficamente desde la escala global original a las escalas nacionales, regionales y locales; y conceptualmente desde las especies endémicas hacía todas las especies objeto de conservación, especies endémicas pero también amenazadas, carismáticas, incluso a un nivel de gestión más económico a especies cinegéticas.
Los hotspot son una herramienta conservacionista en boga. Su identificación y jerarquización permiten priorizar a la hora de la toma de decisiones en política de conservación del medio ambiente. Hay otros intrumentos de trabajo parecidos, también consistentes en la identificación, catalogación y jerarquización de puntos interesantes de cara a la conservación, como por ejemplo las ecorregiones propuestas por WWF. Normalmente, aunque los sistemas de trabajo y los criterios de selección sean diferentes dado que los objetivos últimos son parecidos si no iguales las áreas a proteger propuestas coinciden en gran medida trabajando con unos y con otros instrumentos.
¿CÓMO SE MIDE LA BIODIVERSIDAD?
La riqueza, referida al pool genético, al número de especies , o número de hábitats y la abundancia relativa de cada elemento en relación a los demás son dos medidas clásicas. También el grado de diferenciación genética, taxonómica o funcional de los elementos cuenta. Se trata de medidas simples, sintéticas y prácticas pero insuficientes para las necesidades de conservación y manejo para las cuales se utilizan modelos más complejos.
PÉRDIDAS Y AMENAZAS
Actualmente la biodiversidad está amenazada y en grave riesgo de un dramático descenso. Existe un amplio consenso científico internacional sobre la extraordinaria gravedad de la tasa de extinción, que según los cálculos más pesimistas podría llegar a las 200 especies por día. Asimismo existe el consenso de que es debida a la actividad humana como la agro ganadería convencional o industrial, la piscicultura, la sobrepesca, explotaciones forestales intensivas, obras diversas de ingeniería a través de espacios naturales, sobre explotación de acuíferos, pozos, macro presas, vertidos contaminantes, etc., todo ello contribuyendo en su medida y de forma más o menos directa al cambio climático que por sí mismo además, acelerando a un ritmo sin precedentes el calentamiento del planeta, está provocando drásticos cambios en los ecosistemas y su biodiversidad: extinción de especies, migraciones, cambios de hábitats y repercusión en poblaciones humanas…
BIODIVERSIDAD ¿CULTURAL?
Eugenio Reyes Naranjo define la Biodiversidad Cultural como diversidad de saberes que los seres humanos han desarrollado a través de la historia en su relación con la biodiversidad
Esto incluye creencias, mitos, sueños leyendas, lenguaje, conocimientos científicos, actitudes psicológicas en el sentido más amplio posible, manejos aprovechamientos, disfrute y comprensión del entorno natural.
Puede resultar controvertido hablar de biodiversidad cultural pero cierto es que desde que los homínidos se convirtieron en algo más todo cambió para la Biosfera: unos animales estaban preparados para iniciar el camino del Conocimiento a costa de lo que fuera…